Noche tras noche pienso en ti...
Volteo y veo que un carro atravesó casi cortandome la cabeza,
los ojos de furia contenida de ese hombre solo explican el
motivo de su velocidad, insaciable, divertido, amorfo, simplemente soledad.
Te abrazo y veo que sigues llorando, es que en verdad fue tan
fuerte el dolor?? Es que en verdad estas sufriendo o solo buscas llamar mi atención
de una manera incontrolada para cuando yo volteé robarme un beso de una manera desesperada?
O será acaso que en cada una de tus lágrimas se encuentra contenido cada uno de los
dolores de mil dimensiones sin sentido, locura, razón??
Camina aprisa, vamos tarde, fue lo último que alcanzé a decirte
antes de ese silencio incomodo que solía molestarnos.
No pregunté nada más sobre tu problema por que no quise agraviarlo
haciendote recordar lo ocurrido previamente, pero dentro de mi
sentía un fuego intenso, ganas de acabar con quien había causado
tu dolor, ninguna razón de ser le encontraba a aquel objeto que
te había hecho sufrir de tal forma.
Me encontraba en verdad atrapado entre la espada y la pared,
entre tus ojos y la luz radiante de tu ser, entre tus labios y tu personalidad,
entre tus besos y la soledad. Quién dijo que nadie es perfecto?
Siendo que tu eres la perfecta en alma, ser, cuerpo. Cómo
descubrir algún algún defecto en ti, siendo tu tan limpia, tan clara
el simple resplandor tuyo me hace volver a vivir, tu aroma me
levanta cada vez que estoy terminando, tu voz me exita cuando perdí
toda esperanza de seguir, no encuentro camino más directo que el
tuyo para el paraiso, un todo simplemente, el final despues
mal del principio.
Pero entonces me doy cuenta, finalmente ya habiendo llegado, lo
que me temía, las frias palabras tuyas recorren mi alma, no pudiste
mejor matarme que terminar de decir tu frace?? No hubieras preferido
cortarme los oidos y haberme dejado vivir en este mundo lleno de
ilusiones y esperanzas?? No quiero vivir despues de escuchar esas
palabras, despues de decir que todo terminó, quiero recordarte
una cosa, que noche tras noche... siempre pensé en ti.
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